Valle del Maule

La región vinícola del Valle del Maule queda a unos 260 kilómetros de Santiago y es la única, junto al Valle del Maipo, que reclama el título de “Cuna del vino chileno”. En efecto, la producción de vino en este frío valle fluvial, ubicado entre los Andes y la cordillera de la Costa, se remonta a los tiempos de los conquistadores españoles, que en el siglo XVI ya cultivaban la uva del país. Incluso hoy, de las aproximadamente 31.000 hectáreas que se cultivan en la región, que por lo demás es la superficie cultivada conjunta más grande de Chile, se destinan 8.500 hectáreas a la uva roja del país. Las condiciones reinantes en el valle se caracterizan por un clima mediterráneo fresco, con inviernos lluviosos, y suelos ácidos y arcillosos, que, por un lado, reducen la productividad, pero por otro aumentan la calidad de las uvas. En el Valle del Maule se cul tivan tod as las grandes cepas de vinos tintos y blancos, eso si los vinos tintos son esencialmente de gran valor (Cabernet sauvignon, carménère, merlot y malbec). La cercanía a los ríos también influye en el vino, siendo más frutosos aquellos que nacen de cepas cultivadas en las cercanías de las aguas, que aquellos vinos de uvas provenientes de las laderas.

En el Valle del Maule se diferencian tres zonas de cultivo que son el Valle de Río Claro, el Valle de Loncomilla y el Valle de Tutuvén. Éste último presenta una faceta menos conocida de la producción de vino chilena: Aquí predomina todavía el tradicional cultivo seco de vides, esto significa que la única agua que reciben las vides es la de la lluvia. En esta zona las cepas simples, como la uva del país y moscatel, no se cultivan en espaldera, sino que son cultivadas en vaso o en forma de copa.

Respecto al turismo en el Valle del Maule, éste se encuentra en auge. Alrededor de 16 viñedos, entre ellos Balduzzi, Casa Donoso, Calina, Domaine Oriental y Carpe Diem, ofrecen una completa atención al visitante, con hoteles propios, fina gastronomía, cabalgatas y recientemente incluso una “Vino-Terapia”. Respecto a los productos de la zona, el carménère es considerado el vino típico de la región, tanto así que existe un evento propio dedicado a él: “La Noche del Carménère”, que se celebra el segundo sábado del mes de noviembre (en medio de la primavera chilena). Otra gran fiesta es la que se realiza en la “Villa Cultural Huilquelemu” y es organizada por todos los viñedos importantes de la región. En esa ocasión de entrega el premios al mejor carménère del año.